CANTO

Cantar no es sólo una buena herramienta para afrontar con buen humor una tarea sino un buen alimento para el cerebro de los más pequeños. Cantar es como una potente vitamina que hace que el cerebro esté nutrido y abierto a cualquier estímulo. Estudios de la Universidad de Münster, en Alemania, han demostrado que los niños que cantaban a menudo en sus clases de educación infantil desarrollaban su habla y su conducta social en mayor medida que los compañeros que no lo hacían.

Y es que cantar hace que el organismo humano produzca una mayor cantidad de hormonas que desencadenan la sensación de bienestar y se reduce, por tanto, la tensión y la ansiedad lo que hace que los niños disfruten de momentos de serenidad y relajación que les ayudan a sentir la intensidad de sus actividades cotidianas.

Beneficios del canto y la música en los niños

  • Les ayuda a desarrollar el habla y mejorar sus capacidades vocales y auditivas
  • Ejercita las cuerdas vocales evitando los daños producidos por los gritos en los juegos
  • Les permite liberarse y ser más felices
  • Les relaja y tranquiliza
  • Estimula su memoria y concentración y les da la oportunidad de expresarse y mostrar su sensibilidad
  • Les ayuda a familiarizarse con distintos idiomas

El canto infantil en nuestra escuela

No se trata, ni mucho menos, de conseguir profesionales de la canción, que también puede darse el caso, sino de, a través del juego, mejorar la expresión vocal de los pequeños y acercarles un repertorio musical básico que les despierte curiosidad.

Además, la voz es una herramienta que se cuida poco y gracias a nuestras clases se pueden corregir o detectar algún tipo de disfonías que podrían conllevar trastornos de voz.

Por ello los profesionales harán hincapié en las técnicas respiratorias, la buena articulación y la postura a la hora de cantar. Los juegos de vocalización como las imitaciones de ruidos, el uso de trabalenguas, de los textos rimados o de canciones en otros idiomas son recursos que ayudarán a entretener y enseñar a los alumnos. Escuchar canciones, memorizar letras, preparar coreografías, realizar ejercicios rítmicos corporales, improvisar letras, esconder melodías o utilizar instrumentos musicales serán herramientas educativas con las que nuestros hijos descubrirán el placer de cantar, de expresarse, de emocionar sobre un escenario.